Tiernos tentáculos de pulpo cuidadosamente asados a la brasa, impregnados de un sutil aroma ahumado que potencia su sabor marino natural. Se presentan sobre una cama de patatas cocidas, suaves y cremosas, que equilibran la intensidad del pulpo. La salsa alioli, cremosa y ligeramente picante, envuelve cada bocado, aportando una textura sedosa y un sabor vibrante. Visualmente, el plato destaca por el contraste del pulpo dorado con las patatas blancas y la alioli blanca, creando una composición cálida y apetecible que invita a disfrutar cada instante.
